Centro día San Vicente de Alcántara

Un centro de día para personas con discapacidad psíquica surge de la propuesta de establecer una maxima relación entre la naturaleza, la luz y el habitante.

La sensibilidad emocional con la que partimos el proyecto trata de potenciar esa búsqueda directa con el entorno de nuestra propuesta. Frente a una masa pétrea de hormigón que parece surgir del terreno encontrábamos una pieza que respondía a esa sensibilidad en la relación con la luz, el entorno, la vegetación y el habitante, este espacio del cual hablamos es un invernadero donde a día de hoy los habitantes del centro pasan horas y horas realizando tareas vinculadas con la agricultura y el programa de mejora psicológica.

Nuestra propuesta se vincula a generar un espacio donde el usuario se relacione al estar en contacto con la vegetación y la luz, de forma que el habitante pueda mejorar su salud y su estancia se convierta en una experiencia sensitiva capaz de activar su reacción y atención al tratamiento.

La arquitectura se propone como parte del tratamiento del habitante, pues no sólo la actividad en grupo activa nuestro estado psicológico sino también la forma a través de la cual percibimos el entorno forma parte de nuestra reacción y estado de ánimo.

La arquitectura como agente estimulador.